Mi paso por el Colegio Buen Consejo

Celina Díaz Melo
Ex-alumna del Colegio Buen Consejo

Mi mamá, Dolores, buscaba incansablemente un colegio para mí. Los que tenían buena formación académica eran inaccesibles para mi familia, de muy bajos recursos. Una tía suya le habló del Buen Consejo, al que  conocía bien porque su hija iba allí.

Cuando lo conocimos quedamos enamoradas de la escuela, de la inmensa capilla y del clima de alegría de alumnas y docentes.

El primer día de clases del año 1998 comencé preescolar y desde ese día hasta que terminé 5° año solo tengo recuerdos felices. Aunque me levantaba a las 5 de la mañana para llegar a tiempo, lloraba si algún día tenía que faltar.

Las profesoras, el Consejo de Dirección, todo el personal de maestranza, las tutoras, los capellanes, el querido Padre Pedro, todos ellos construyen día a día este colegio y educan a cientos de niñas como yo, que de otra forma tendrían que resignarse a acceder una a una educación “acorde” a su situación económica.

Lo más importante que me llevé y para toda la vida, fue la formación en valores. Me ayudaron a ser una persona de bien, íntegra, honesta, pero sobre todo orgullosa , feliz de quien soy, de lo que tengo, me animaron a soñar, a enfrentar desafíos a no resignarme.

Y esto ocurre con cada una de las alumnas que pasan por sus aulas, gracias a la formación y el apoyo que ofrece, no solo a ellas, también a las familias, logra que muchas nenas y adolescentes de bajos recursos se animen a soñar. Las acompañan a imaginar ese futuro mejor y ponen a su alcance todas las herramientas para que puedan construirlo, para que estén cada día más cerca de sus sueños.

Al terminar la secundaria pude acceder a una beca para estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad Austral, y obtuve  uno de los mejores promedios en el examen de ingreso.  El colegio me dio la posibilidad de  tener una formación académica igual a la de mis compañeros en la Licenciatura.

Después de trabajar casi 5 años en Microsoft, hace poco más de un año que me desempeño como Ejecutiva de Cuentas Senior en Wunderman, Buenos Aires.

Toda mi vida voy a estar agradecida a cada persona que es o fue parte de esta institución, porque sé que el Buen Consejo es parte fundamental de quien soy hoy. Gracias, muchas gracias. Y espero que nunca dejen de ayudar a construir futuros mejores que lo que el presente permite ver.